
La Universidad del Valle confirmó el fallecimiento de Sirley Vanessa López, estudiante de Licenciatura en Literatura, quien murió tras permanecer varios días hospitalizada luego de resultar gravemente herida en un ataque a bala ocurrido dentro del campus Palmira. Tenía 22 años.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves 8 de mayo, cuando un hombre armado ingresó a la sede universitaria y disparó contra dos estudiantes. Tras el ataque, el agresor se quitó la vida en el lugar. Aunque inicialmente Sirley sobrevivió y fue trasladada a un centro médico, su estado de salud se complicó y su muerte fue confirmada el domingo 11 de mayo.
La noticia generó consternación entre la comunidad académica y distintos sectores sociales, no solo por la violencia del hecho, sino también por los indicios de que se trataría de un caso de violencia basada en género.
A través de un comunicado oficial, la Universidad del Valle lamentó lo ocurrido y expresó su rechazo frente a este tipo de violencias. “Esta muerte es producto de las violencias basadas en género, la intolerancia y el menosprecio por la vida, que atentan contra la misión sagrada de la universidad y su recinto, que deben ser espacios de paz y respeto por la existencia”, señaló la institución.
Sirley López cursaba el octavo semestre de su carrera y recientemente se había vinculado a un colectivo feminista de la sede Palmira, motivada por su interés en el activismo contra las violencias de género. Compañeros y docentes la recuerdan como una joven comprometida con sus estudios, sensible y con un fuerte interés por la transformación social desde la literatura.
Tras su muerte, estudiantes y colectivos feministas han convocado actos simbólicos en su memoria, como velatones, plantones y homenajes en varias sedes de la Universidad del Valle. A través de redes sociales, también han exigido justicia y garantías para que las instituciones educativas sean espacios libres de violencia.
Las autoridades continúan con la investigación del caso, que ha sido catalogado preliminarmente como un posible feminicidio. Aunque el agresor se suicidó en el lugar, se busca esclarecer el contexto del ataque y los vínculos que pudiera tener con las víctimas.
El caso de Sirley López vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de reforzar las políticas de prevención de violencia de género dentro de las universidades, así como la necesidad de entornos seguros para las mujeres que hacen parte de la comunidad académica.