
El próximo domingo, 23 de marzo, el presidente del Senado, Efraín Cepeda viajará a Washington, Estados Unidos, para posteriormente denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la presunta persecución del Gobierno Petro en contra de la Comisión Séptima del Congreso, después de que tumbaran la reforma laboral.
En medio de la agenda que tendrá Cepeda en los Estados Unidos, y de la que harán parte otros congresistas como Berenice Bedoya, Lorena Ríos, Honorio Henríquez, Juan Caros Garcés, Mauricio Gómez, Nicolás Echeverry y Carlos Abraham Jiménez, quienes de paso asistirán ante la ONU y la OEA.
Además de esto, se llevarán a cabo reuniones con los congresistas estadounidenses Bernardo Moreno y Mario Díaz Belart, esto en el marco de la Comisión de Amistad que se conformó el pasado 27 de enero con miembros del Congreso norteamericano, con el fin de fortalecer relaciones bilaterales entre los dos países.
Con respecto a la denuncia y a la supuesta persecusión de Petro, Cepeda indicó que: “Eso pone en peligro a los congresistas, en este caso a los miembros de la Comisión Séptima y a sus familias, para la cual nos vamos a dirigir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a este poder se le respeta, a este poder del Congreso de la República, el legislativo es un poder independiente”.
Caída de la reforma laboral
La reforma laboral presentada por el gobierno nacional fue un tema candente durante meses de debates, tanto en el Congreso como en las calles, con la promesa de mejorar las condiciones de trabajo para millones de colombianos.
Esta propuesta buscaba modificaciones significativas en aspectos clave como los contratos de trabajo, la flexibilización de horarios laborales, la reducción de la jornada laboral, el aumento de la protección social, y la promoción del trabajo decente.
No obstante, la reforma encontró una fuerte oposición en la Comisión Séptima del Senado, que, luego de un extenso debate, decidió archivar el proyecto. Este rechazo fue visto como un obstáculo importante para el gobierno, que tenía la esperanza de que la reforma se convirtiera en una de las grandes reformas sociales de su mandato.
La estrategia del gobierno de implementar la reforma laboral a través de decretos y una posible consulta popular refleja una determinación por parte del Ministerio de Trabajo para llevar a cabo los cambios necesarios, incluso en medio de la oposición política. A pesar del revés en el Congreso, la administración Petro parece comprometida en avanzar con una reforma que, en su visión, beneficiará a millones de trabajadores colombianos.