Las luces, el ruido y la euforia decembrina vuelven a tener un costo alto en Cundinamarca. En menos de tres semanas, el departamento ya acumula 29 personas lesionadas por pólvora, una cifra que no solo preocupa a las autoridades, sino que confirma una tendencia que se repite cada año: el aumento de accidentes pese a las prohibiciones vigentes.
El balance corresponde al periodo comprendido entre el 1 y el 18 de diciembre de 2025 y fue consolidado por el Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca. El dato más contundente es el crecimiento del 38 % frente al mismo lapso de 2024, cuando se reportaron 21 personas heridas.
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Niños heridos por decisiones que no tomaron
Detrás de las estadísticas hay un patrón que se mantiene: los menores siguen siendo víctimas de la irresponsabilidad adulta. De los 29 lesionados, 9 son menores de edad, distribuidos entre 2 niñas y 7 niños. Los 20 casos restantes corresponden a adultos, 6 mujeres y 14 hombres.
Bomberos departamentales advierten que muchos de estos accidentes ocurren en entornos familiares, donde la pólvora es manipulada sin medidas de seguridad o bajo la falsa creencia de que “nada va a pasar”.
Un ataque con pólvora en pleno centro urbano
El hecho más alarmante del informe ocurrió en Fusagasugá, donde varias personas lanzaron artefactos pirotécnicos desde un vehículo en movimiento, incluso contra la estación de bomberos del municipio. Las chispas encendidas en vía pública pudieron haber provocado incendios o una emergencia de mayores proporciones.
La situación es aún más grave si se tiene en cuenta que Fusagasugá no tiene ningún decreto que autorice el uso de pólvora, por lo que la manipulación, transporte y detonación de estos elementos constituye una infracción directa a la ley.
Municipios donde se concentran los casos
El reporte oficial indica que los lesionados se distribuyen en 19 municipios. Los más afectados son:
- Soacha: 4 personas (1 menor y 3 adultos)
- Facatativá: 4 personas (1 menor y 3 adultos)
- Fusagasugá: 2 personas (1 menor y 1 adulto)
- Villeta: 2 personas (1 menor y 1 adulto)
- Gachancipá: 2 menores
- Mosquera: 2 adultos
Con un caso cada uno aparecen Chipaque, Cogua, Sibaté, Sasaima, Cajicá, Guatavita, Lenguazaque, Cáqueza, El Colegio, Zipaquirá, Choachí, Gutiérrez y Nimaima.
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Una alarma que se repite cada diciembre
Las autoridades ya solicitaron investigar y sancionar lo ocurrido en Fusagasugá, pero el informe deja una advertencia más amplia: la pólvora sigue siendo asumida como una tradición inofensiva, aun cuando cada diciembre deja más heridos, más menores afectados y cifras en ascenso.
La pregunta vuelve a quedar en el aire, como cada fin de año: ¿cuántos lesionados más se necesitan para cambiar la costumbre?
