
En el marco de la sustentación del Presupuesto General de la Nación para 2026, el Ministerio de Hacienda reveló los lineamientos de la nueva reforma tributaria, que pretende recaudar $26,3 billones. El anuncio fue hecho por el ministro Germán Ávila ante las comisiones económicas del Congreso, quien señaló que la medida es indispensable para cumplir con la regla fiscal y garantizar la totalidad de los recursos solicitados.
Ajustes al IVA, renta y patrimonio
Uno de los principales puntos expuestos por Ávila se refiere a la modificación en la estructura del impuesto al valor agregado (IVA), con el fin de que impacte principalmente a bienes y servicios consumidos por personas de altos ingresos. La propuesta también contempla un incremento en la progresividad de los tributos de renta y patrimonio, bajo la premisa de que quienes tienen mayor capacidad económica deben aportar más.
Adicionalmente, el Gobierno busca ampliar los llamados impuestos saludables, que ya habían sido introducidos en la reforma anterior. “No vamos a tocar la canasta familiar en los ajustes tributarios”, aseguró el ministro, quien precisó que el articulado de la reforma se conocerá en los próximos días.
Gravámenes a tabaco, licor y contaminantes

El proyecto incluye nuevos gravámenes al tabaco, al licor y a los combustibles contaminantes, además de ajustes al impuesto al carbono. En este punto, Ávila fue claro: “Con la activación de la cláusula de escape, es necesaria una ley de financiamiento, sobre todo en factores del IVA en bienes que consumen personas con ingresos. Se gravará el consumo de tabaco y alcohol”.
Cabe recordar que, en la última reforma tributaria, se fijó un impuesto progresivo sobre los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas: en 2023 fue del 10%, en 2024 aumentó al 15% y para 2025 alcanzó el 20%. Este antecedente genera expectativa frente a la ampliación de los tributos saludables.
El peso de la reforma en el Presupuesto
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el Presupuesto 2026 asciende a $556,9 billones. De ese monto, $530,7 billones provendrán de ingresos corrientes y rentas de capital, mientras que los restantes $26,3 billones serán recaudados con la nueva reforma tributaria.
El desglose de los gastos evidencia que $365,8 billones (65,7%) se destinarán a funcionamiento; $102,4 billones (18,4%) al servicio de la deuda; y $88,8 billones (15,9%) a inversión pública.
Tensiones políticas en el trámite
Las bancadas de oposición han mostrado resistencia al proyecto. Los coordinadores ponentes de Cambio Radical anunciaron que no asistirán a la reunión convocada por el presidente Gustavo Petro para el miércoles 20 de agosto, destinada a buscar consensos en torno al Presupuesto. Según el partido, la iniciativa está desfinanciada y depende de una reforma tributaria que aún no se ha radicado.
De igual forma, denunciaron que el gasto de funcionamiento aumentará en $29,7 billones, mientras que el Centro Democrático planteó que el monto global del Presupuesto debería reducirse en alrededor de $40 billones