
Frank Cuesta, más conocido como Frank de la Jungla, ha sido por años una figura fascinante, llena de misterio, carisma y, claro, mucha polémica. Este extenista español se hizo famoso gracias a sus programas de televisión sobre fauna salvaje, como La selva en casa y Frank de la Jungla, donde mostró su pasión por la naturaleza y su lucha contra el tráfico ilegal de especies. A través de su santuario en Tailandia, construyó una imagen de defensor de los animales y de lucha incansable contra la injusticia. Sin embargo, su mundo de aventuras y causas nobles parece desmoronarse tras una reciente confesión.
El 13 de mayo, Cuesta lanzó un video titulado "No puedo más", en el que sorprendió al mundo asegurando que gran parte de su historia era una mentira. “No tengo cáncer, nunca lo tuve. No soy veterinario, ni herpetólogo. Nunca he rescatado animales, los compré para dar pena en internet”, confesó frente a la cámara.
Estas palabras que llegaron a sus seguidores, quebraron la imagen que durante años había cultivado. Un Frank Cuesta que siempre habló de su lucha personal contra el cáncer, de los rescates de animales y de su dedicación al bienestar de la fauna, ahora decía todo lo contrario. "Ha sido un show. Todo por el ego, por no ser nadie. Me convertí en lo que más odiaba", explicó, citando Cadena SER.
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¿Quién es Frank Cuesta?
Nacido en León en 1971, Francisco Javier Cuesta Ramos fue un prometedor tenista que, tras retirarse del deporte profesional, encontró su verdadero propósito en Tailandia. Allí, alejado de las canchas, dedicó su vida a la protección de los animales. Su estilo directo, sin filtros, y su manera de enfrentar la vida, lo convirtieron en una figura mediática, pero su vida también estuvo marcada por momentos difíciles, como el encarcelamiento de su exesposa Yuyee, a quien acusó de ser víctima de una venganza debido a sus denuncias contra el tráfico de drogas.
Lo que parecía ser un adiós definitivo a su personaje público rápidamente se transformó en una nueva polémica aún más grande. Horas después de su confesión, Frank subió un segundo video en el que daba un giro inesperado. Allí, aseguraba que todo lo que había dicho anteriormente había sido parte de un chantaje. “Desde diciembre estamos siendo acosados. Me dijeron que si grababa ese guion, pararían. Y lo hice por mi familia”, explicó.
En este nuevo video, Cuesta se retracto de sus palabras anteriores y acusó a sus enemigos de orquestar una campaña de desprestigio. "Todo fue un guion. Nunca mentí sobre mi cáncer ni sobre los rescates. Quieren destruirme", dijo. La versión de Cuesta fue respaldada por su hijo mayor, Zape, quien también utilizó sus redes sociales para dar su apoyo. "Él no mintió. Nosotros vivimos eso. Estuve a su lado en todo, y claro que ha rescatado animales", escribió en un post que circuló rápidamente, según 20Minutos.
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¿Qué está pasando realmente?
En medio de videos contradictorios, explicaciones familiares y acusaciones de acoso, la imagen de Frank Cuesta se encuentra hoy en el ojo del huracán. Para algunos, es una víctima de una conspiración para silenciar su activismo y destruir su carrera. Para otros, es el resultado de un hombre atrapado por sus propios excesos y contradicciones.
Lo cierto es que este caso pone sobre la mesa una reflexión que va más allá de la figura mediática de Cuesta. Habla de cómo las redes sociales, la exposición pública y los intereses personales pueden chocar de manera brutal. Cuesta se ha convertido en un personaje que, por un lado, fue el héroe que luchaba por la justicia animal, pero que, hoy en día, parece enfrentarse a su propia selva personal.