
Desde el pasado 12 de agosto de 2025, Cajicá vive una pesadilla. Valeria Afanador, una niña de 10 años con síndrome de Down, desapareció en circunstancias aún inexplicables dentro de las instalaciones del Gimnasio Campestre Los Laureles.
Han pasado más de dos semanas y, pese a un operativo sin precedentes, no hay rastro de ella. Aun así, Cundinamarca y el país entero mantienen la esperanza de hallarla con vida. La última vez que fue vista ocurrió hacia las 10:30 de la mañana.
Su abuelo relató a las autoridades que Valeria intentaba cruzar una reja, aparentemente porque alguien al otro lado la llamaba. Segundos después, se perdió del alcance de las cámaras de seguridad del colegio. Desde entonces, las hipótesis han sido múltiples: un accidente en la ronda hídrica, una caída al río Frío o la posible intervención de un adulto. No obstante, los Bomberos de Cundinamarca descartaron casi en su totalidad que la desaparición obedeciera a un accidente en el arroyo.
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El operativo detrás de la búsqueda
En los primeros días, más de 200 personas se sumaron a un operativo que incluyó drones, cámaras térmicas, perros entrenados, buzos y embarcaciones. La Policía y la Alcaldía revisaron decenas de horas de videovigilancia en el colegio y en el municipio. Mientras que, la Gobernación y la Alcaldía ofrecieron una recompensa de 70 millones de pesos por información veraz. Pese a esos esfuerzos, no ha aparecido una sola pista que ayude a esclarecer los hechos.
La familia, en medio del desespero, denunció haber recibido llamadas sospechosas, que ahora son objeto de investigación. El padre de Valeria, Manuel Afanador, ha descrito la situación como “extremadamente rara”, ya que ni él ni su familia han recibido amenazas o exigencias de dinero.
¿Un giro inesperado en el caso?
Recientemente, el gobernador Jorge Emilio Rey aseguró que, tras haber buscado en cada rincón de la zona donde desapareció la menor, la única explicación posible es la intervención de un tercero. Además, para el abogado de la familia, Julián Quintana, la hipótesis de secuestro es la más fuerte: “La ausencia de rastros en un área boscosa solo se explica con la acción de un adulto”.
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A esto se suma que, la rectora del colegio, Sonia Ochoa, entregó información que podría ser clave para la investigación. En un vídeo, la rectora señaló que "una persona que odia al colegio, un extrabajador’, podría estar involucrada en la desaparición de Valeria Afanador". Adicionalmente, la rectora, confesó que se siente afectada por la situación. Por su parte, el abogado de la familia, Julián Quintana, solicitó a la Fiscalía que analice cuidadosamente estas afirmaciones, recordando que la verdadera víctima es Valeria y su familia.
"Exijo claridad: si en reunión de padres la rectora Sonia Ochoa atribuyó la desaparición de Valeria a un ex trabajador y mencionó a un tercero, debía informarlo oportunamente a las autoridades. Fiscalía pido investigar de fondo esas afirmaciones. La víctima es Valeria y su familia, no ella", mencionó Quintana en sus redes sociales.
La búsqueda de Valeria ya alcanzó el ámbito internacional, pues la Interpol emitió una circular amarilla para su localización en 196 países. En Colombia, la recompensa por información que ayude a encontrarla se mantiene en 70 millones de pesos, mientras autoridades, rescatistas y voluntarios continúan con las labores de búsqueda.