Las elecciones internas del Pacto Histórico, realizadas el 26 de octubre, fueron el primer ejercicio para medir el músculo electoral del movimiento oficialista tras dos años en el poder. En medio de tensiones internas y acusaciones por falta de garantías, el resultado dejó una señal clara: el Pacto aún conserva presencia, estructura y capacidad de movilización.
Estas consultas también funcionaron como una especie de “simulacro” electoral. Según el calendario de la Registraduría, las próximas elecciones, para el Congreso de la República, se realizarán el 8 de marzo de 2026. Por eso, los comicios de ayer permiten anticipar cómo podrían moverse las fuerzas dentro del Congreso.
Un proceso adelantado frente a otros partidos
Mientras la mayoría de colectividades aún definen cómo integrarán sus listas, el Pacto Histórico se perfila como el partido con el proceso más adelantado. Por primera vez en la historia reciente de Colombia, un movimiento político utilizó una consulta interna para ordenar sus listas tanto al Senado como a la Cámara de Representantes.
En términos prácticos, esto significa que las bases del Pacto, simpatizantes y militantes, decidieron, mediante voto, quiénes ocuparán los primeros lugares en las listas, algo que en otros partidos suele resolverse mediante acuerdos entre élites políticas.
Las reglas del juego: lista cerrada y cremallera
El Pacto Histórico ha confirmado en diferentes ocasiones que sus listas serán cerradas y de cremallera.
En la lista cerrada, los votantes no eligen a personas específicas, sino al partido o movimiento. Las curules se asignan según el número de votos obtenidos por la lista y el orden previamente establecido. Por tanto, los primeros nombres tienen altas probabilidades de llegar al Congreso.
La lista cremallera, por su parte, busca garantizar la paridad de género. Implica que los nombres se alternen entre hombres y mujeres, como los dientes de un cierre. Así, si el primer puesto lo ocupa una mujer, el segundo debe ser un hombre, y viceversa.
¿Quién encabezará la lista al Senado?
En sus declaraciones tras los resultados de la consulta, Carolina Corcho señaló:
“Honro la palabra, acepto mi derrota, respeto y respaldo al senador Iván Cepeda. Pedimos que todo el Pacto Histórico honre los acuerdos. La lista es paritaria. Se planteó que el segundo encabezaría la lista al Senado. Estamos en esa reflexión, pero ese es el acuerdo político”.
Esto sugiere que el primer lugar en la lista al Senado podría ser para una mujer.
Ahora bien, María José Pizarro también ha sonado como posible cabeza de lista, dado su reconocimiento nacional, su cercanía con Petro y su decisión de no participar en la consulta presidencial. Pero esto no está confirmado.
Si los acuerdos internos se mantienen, los primeros nombres de la lista al Senado podrían ser los siguientes (aún pendientes de confirmación oficial):
- Carolina Corcho
- Pedro Hernando Flórez Porras
- Carmen Patricia Caicedo Omar
- Wilson Neber Arias Castillo
- Laura Cristina Ahumada García
- Walter Alfonso Rodríguez Chaparro
- Aída Yolanda Avella Esquivel
- Ferney Silva Idrobo
- Yuly Esmeralda Hernández Silva
- Carlos Alberto Benavides Mora
Estos nombres, en un sistema de lista cerrada, tendrían altas probabilidades de conformar la bancada del Pacto Histórico en el próximo Congreso. No obstante, la composición final dependerá de las alianzas que logre el movimiento en los meses previos a las elecciones y el cálculo político que hagan con el número total de votos obtenidos ayer
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La Cámara de Representantes: entre consolidación y estrategia regional
Para la Cámara, el Pacto aplicará la misma lógica: listas cerradas y paritarias. Sin embargo, el comportamiento electoral suele variar más por regiones. En este caso, la persona que encabeza la lista no necesariamente sería la misma persona que obtuvo más votos en la consulta.
Dado que, usualmente, los partidos buscan equilibrar la lista con figuras ya consolidadas en el Congreso y liderazgos locales que puedan atraer voto de opinión y voto militante.
En regiones como Bogotá, Valle del Cauca, Atlántico y Antioquia, se espera una fuerte competencia interna entre corrientes del petrismo, sectores alternativos y movimientos sociales aliados.
