
Durante su visita oficial a la República Popular China, el presidente Gustavo Petro anunció la adhesión de Colombia a la iniciativa del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, impulsada por el gobierno chino. Este acuerdo de cooperación marca un hito en las relaciones bilaterales entre ambos países, aunque ha despertado interrogantes sobre su posible impacto en las relaciones comerciales con Estados Unidos.
“Espero que Estados Unidos nos permita seguir siendo socios de tú a tú, porque ya hemos puesto 200.000 colombianos muertos tratando de impedir que la cocaína llegue a su territorio, y esos 200.000 colombianos valen muchísimo para la sociedad colombiana”, expresó Petro al término de su reunión con el presidente chino Xi Jinping. El mandatario colombiano destacó que no guarda resentimientos hacia Estados Unidos, e hizo un llamado a sostener una relación basada en valores compartidos como la democracia y la libertad.
Petro enfatizó su conocimiento de la historia estadounidense al citar al historiador Howard Zinn, y aseguró que busca mantener una relación respetuosa y equitativa con Washington: “No tengo ningún resentimiento ni resquemor con los Estados Unidos (...) nos podamos entender en esos valores, y solo en esos valores”.
El anuncio se produce en medio de nuevas tensiones comerciales luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera un arancel del 10 % a las importaciones colombianas como parte de una política arancelaria global. Esta medida, anunciada el pasado 2 de abril, no está dirigida exclusivamente a Colombia, pero afecta directamente las exportaciones del país, que tienen en EE. UU. su principal destino: el 27 % del total, con ventas que en 2024 alcanzaron los 14.336 millones de dólares, según el DANE.
Ante este escenario, el Gobierno colombiano y el sector privado analizan estrategias para enfrentar el impacto de los aranceles, mantener la competitividad de los productos nacionales y salvaguardar el acceso al mercado estadounidense.
La apuesta por fortalecer los vínculos con China y diversificar las relaciones económicas busca ampliar oportunidades para Colombia, pero también exige un cuidadoso equilibrio diplomático para no comprometer la estrecha relación con su histórico socio comercial, Estados Unidos. Petro confía en que ambos países comprendan que Colombia puede tener relaciones estratégicas con múltiples actores globales sin comprometer su soberanía ni sus alianzas tradicionales.