
La ciudad de Sincelejo vive una profunda indignación tras conocerse un hecho de maltrato animal extremo. Dos mujeres, conocidas como ‘Teresita’ y Arlin Cuello, fueron capturadas y enviadas a prisión luego de admitir que mataron e incineraron a un perro pastor alemán, llamado Rommy, argumentando que el animal estaba “poseído por un espíritu maligno”.
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El horror descubierto en una vivienda del barrio La Pollita
El incidente tuvo lugar en una casa ubicada en el barrio La Pollita, donde vecinos escucharon gritos, rezos y ruidos inusuales que despertaron preocupación. Alarmados, alertaron a la Policía.
Al ingresar a la vivienda, los uniformados encontraron el cuerpo incinerado del perro. Las mujeres insistían en que estaban “liberándolo del demonio”.
Intervención de la Fiscalía y proceso judicial
La Fiscalía General de la Nación confirmó que ambas mujeres fueron presentadas ante un juez de control de garantías, quien legalizó la captura e imputó cargos por maltrato animal con resultado de muerte agravada.
Además, por su comportamiento errático durante la audiencia, las autoridades ordenaron que fueran sometidas a una evaluación psiquiátrica para determinar si comprendían la gravedad de sus actos.
Reacción social y presión por justicia
El caso ha generado una enorme ola de rechazo en redes sociales. Miles de usuarios y organizaciones defensoras de animales exigen que no haya impunidad y que se haga justicia por Rommy. Etiquetas como #JusticiaParaRommy han sido tendencia, acompañadas de llamados a fortalecer las leyes de protección animal en Colombia.
Lo que dice la ley sobre maltrato animal en Colombia
Las organizaciones animalistas recordaron que la Ley 1774 de 2016 establece que el maltrato animal es un delito penal, sancionable con hasta 36 meses de cárcel, multas económicas y posibles inhabilidades.
Cuando el maltrato causa la muerte del animal, como ocurrió en este caso, la pena puede aumentar. Por ello, se espera que los responsables enfrenten una condena ejemplar.
Preocupación por fanatismo y salud mental
El caso también ha encendido debates sobre el impacto de creencias extremas, fanatismo religioso y trastornos mentales no tratados. El argumento de que el perro estaba “poseído” genera preocupación entre expertos, quienes insisten en la necesidad de atención psiquiátrica adecuada y educación sobre bienestar animal.
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Rommy, símbolo de un llamado al cambio
Para muchos ciudadanos, Rommy se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la crueldad animal en Colombia. Fundaciones, veterinarios y activistas piden que este crimen marque un antes y un después, y que se refuercen campañas de tenencia responsable y respeto por la vida animal.
El asesinato de Rommy no es un hecho aislado, sino un reflejo de la urgencia de proteger a los animales, garantizar atención en salud mental y hacer cumplir la ley. La ciudadanía exige que este caso no quede en silencio y que se convierta en un precedente de justicia.